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martes, 3 de mayo de 2016

La juventud desarraigada de Taiyo Matsumoto


Taiyo Matsumoto suele ser sinónimo de personajes inadaptados (incluso trastornados), de adolescentes desarraigados, de huérfanos, de rebeldes, de adolescencia vacía y sin esperanzas de futuro (ni de la misma vida), de jóvenes alienados y solitarios cuyos sueños están rotos si alguna vez existieron. Pero también de amistad y camaradería, y de particulares y complicadas interrelaciones entre los diversos personajes que aparecen en sus historias.
Sus mangas, que desprenden una especial sensibilidad, son un retrato oscuro de una parte de la sociedad japonesa (y general), la más desencantada que intenta sobrevivir, que se enfrenta a la brutalidad y crueldad del mundo. Nos presentan historias donde la amistad (o el afecto fraternal) parece la única vía de escape, la amistad sirve para encontrarse a si mismo, para llenar el vacío de la soledad, y como salvavidas ante una "vida de mierda". Parece ser el único atisbo de positivismo y esperanza que vemos en sus mangas

Aunque es verdad que es por ellos, por esos jóvenes desarraigados, por lo que es mas reconocido Matsumoto, no hay que olvidar otros comics y caracteres en los que ha profundizado en obras como "Zero", sobre un boxeador treinteañero que busca su último combate y siente melancolía y nostalgia por el pasado, o su primer manga "Straight" sobre béisbol, o el manga de samurais "Takemitsu Zamurai"... sin olvidar el manga en que presenta su particular visión sobre Doraemon.
Sin embargo, en la mayoría de estas historias, también introduce temas y preguntas existenciales sobre la vida, y están protagonizadas por personajes emocionalmente inestables.

Aunque donde mas destaca Taiyo Matsumoto es el apartado gráfico, en un artista fascinante, con un dibujo muy personal y "underground" inspirado mayoritariamente por el comic europeo (que el mismo admite, de creadores igual de imaginativos y alucinantes como Moebius o Enki Bilal), aunque sin olvidar a sus admirados Jiro Taniguch y Katsuhiro Otomo. 
Su estilo poco convencional es muy expresivo, surrealista, fluido en los movimientos, lleno de detalles, con una atrayente narrativa y composición de viñetas, y un diseño de personajes asombroso. Su dibujo, al igual que su historia, esta lleno de momentos, acciones, imágenes y diálogos repletos de simbolismo y metáforas. Tenemos escenarios (y escenas) recurrentes; aviones sobrevolando bajo, refugios secretos para huir del mundo real (las azoteas o los lavados del instituto, coches abandonados,..), "monstruos" que acechan, la perdida de la cordura, ...
Si el dibujo de Matsumoto ya es original y detallado, en su manga "Takemitsu Zamurái, el samurái que vendió su alma" lleva a la máxima expresión la palabra "inusual", trasladando a la obra el estilo de la pintura tradicional japonesa Ukiyo-e (género de grabados del que Katsushika Hokusai fue uno de sus mayores exponentes).


   

Taiyo Matsumoto es un artista inimitable, un artista vanguardista, innovador y experimental, que ha creado historias-mundos completamente únicos en sus mangas, lo que le ha valido diversos galardones, entre ellos destaca el premio Eisner para "Tekkon Kinkreet" o el premio Shogakukan para su ultima obra por el momento, "Sunny".

En España disponemos de cuatro obras publicadas de Taiyo Matsumoto. "Tekkon Kinkreet" y "Takemitsu Zamurái, El samurái que vendió su alma" de la desaparecida Glenat (y posteriormente EDT), y "Go Go Monster" y "Sunny" (editándose aun) de ECC Comics. A los que hay que añadir el ómnibus, "Japón visto por 17 autores" de Ponent Mon.
En Estados Unidos hay algún manga mas publicados, entre los que destaca "Blue Spring". aunque es en Francia donde tiene mas material publicando, destacando su obra mas exitosa, "Ping Pong".
A continuación os paso a comentar las obras que he leído de este singular mangaka. 



"Blue Spring" es un manga de un solo volumen que engloba diversas historias cortas, incluyendo los primeros trabajos de Matsumoto, centradas en su mayoría en jóvenes delincuentes y rebeldes, jóvenes sin futuro a los que no les espera un final feliz. Un manga muy sombrío, brutal, profundo, penetrante y difícil de leer, lleno de metáforas, personajes desequilibrados, y que presenta muchos temas y "tics" que veremos en obras posteriores. Comparte semejanza en especial con "Go Go Monster".

Al tratarse de un manga compuesto por diversas historias cortas, no se llega a profundizar en ellas ni en los personajes lo suficiente, por lo que se queda mas como una gran curiosidad, destacable por estar repleta de simbolismo, por descubrir historias que han dado origen a otra mas grandes del autor, y como no, por el arte gráfico de Matsumoto, ya en sus inicios excepcional a la par que explosivo, aunque no tan sofisticado y detallado como sus obras posteriores,

Este manga fue adaptado en el 2002 al cine por el también personal y fascinante Toshiaki Toyoda, una película que no solo adapta a la perfección el estilo de Matsumoto, sino que da mas consistencia y fuerza a la historia del manga original, dando de si uno de los films más intensos, feroces y especiales del cine japonés.



"Ping Pong" es la obra mas conocida de Matsumoto, y dentro de su peculiar estilo, es probablemente la obra mas accesible. Esta serie de tan solo cinco tomos publicada en Francia, tiene como protagonistas a jóvenes de secundaria que juegan y compiten al ping pong, pero teniendo a Matsumoto como artífice ya sabemos que no estamos ante simplemente un spokon (manga de deportes), sino ante un relato mucho mas "extraño", profundo y complejo, de amistad, superación y adolescentes en busca de su lugar en el mundo, que descubren mediante su amistad y a través del ping pong, quienes son.
Peco (Hoshino) y Smile (Tsukimoto), amigos de la infancia muy diferentes entre si y los jugadores ávidos de ping pong, son los protagonistas de esta serie, dos personajes que han quedado para la historia del manga contemporáneo, y han marcado a los lectores, por su relación de amistad, su carisma (mas bien su excentricidad), y su humanidad.

El dibujo de Matsumoto ademas de poseer sus particularidades habituales, en esta ocasión capta la velocidad y ferocidad del juego a la perfección, gracias en especial a la vertiginosidad de la narración y la composición de viñetas.

"Ping Pong" tuvo su versión cinematográfica también en el 2002 dirigida por Fumihiko Sori, manteniendo el espíritu y extravagancia del manga, así como una versión en serie anime en el 2014, con igual y excelente resultado.



"Tekkon Kinkreet", es la obra mas conocida de Taiyo Matsumoto en occidente. Publicado en un solo tomo en nuestro país, es la serie que siguió a "Blue Spring", y para muchos es su mejor obra, aunque, a pesar de la espectacularidad en términos de arte en su dibujo, personalmente es un manga que no me acaba de encajar del todo. 

La historia se desarrolla en una ciudad ficticia con alta criminalidad y se centra de nuevo en dos jóvenes desarraigados, dos amigos de la infancia huérfanos con personalidades muy dispares, Kuro (Black) y Shiro (White) que se enfrentan a la yakuza, quienes quieren hacerse con el control del barrio donde viven. Cuando Black y White descubren la verdadera razón por la que la yakuza se interesa por la zona, deben unir a las bandas del barrio para expulsarlos.

"Tekkon Kinkreet", que nos llegó a España tras el estreno en el 2006 de su premiada adaptación a film animado dirigido por Michael Arias, es una historia fantástica, compleja y surrealista, ambientada en el mundo criminal, y en jóvenes delincuentes. Una obra oscura y "llena de locura" que sigue todas las particularidades del trabajo de Matsumoto.



En "Takemitsu Zamurái, el samurái que vendió su alma", Taiyō Matsumoto solo se encarga del apartado gráfico, la funciones de guionista se las deja a Issei Eifuku, dando de si un único y emocionante manga de samurais, con carismáticos y potentes personajes. Un relato que comienza de forma pausada (como si se tratara de un slice of life), para desarrollarse y evolucionar a una trepidante y oscura historia (mas cercana a un chambara). 

Al no tener un guion propio de Matsumoto, este manga se aleja de sus características y particularidades temáticas y narrativas, pero no de sus extraordinarias e sorprendentes ilustraciones.
"Takemitsu Zamurái" es  una obra espectacular a nivel gráfico que consta de 8 tomos, donde como ya he comentado, Matsumoto lleva al limite su particular estilo, trasladándolo al estilo de la pintura tradicional japonesa Ukiyo-e, pareciendo en ocasiones las propias paginas y viñetas del manga lienzos de la época. Todo un homenaje a este arte japonés, una  obra que se inspira en el Ukiyo-e para convertirse en una autentica obra de arte.



"Go Go Monster" es, a falta de acabarme de leer "Sunny", mi obra favorita de Matsumoto (de las que he leído) y la mas completa. Otra vez tenemos a dos adolescentes marginales como protagonistas (aunque también acaba siendo importante en el desarrollo de la historia un tercero, otro paria de la sociedad) y gira alrededor de sus inquietudes, y su relación de amistad.

El protagonista de este manga es Yuki un adolescente convencido de que su escuela encierra un misterio: el cuarto piso, de acceso prohibido para los alumnos, está habitado por criaturas invisibles. Semejante teoría, sumada a su extraño comportamiento, convierten a Yuki en objeto de burlas e incomprensión. Tan solo cuenta con la complicidad y la compañía del señor Ganz, conserje del colegio, de IQ, estudiante de cursos superiores que siempre cubre su cabeza con una caja de cartón, y de un nuevo compañero de clase llamado Makoto, quien pronto se convertirá en su mejor amigo.

Esta serie comparte muchos elementos con "Blue Spring", ya no solo de temática, personalidades de personajes principales, situaciones, "planos" (viñetas),... sino localización (ambas historias se desarrollan por completo en un instituto), simbolismos y metáforas, y funciones de los personajes adultos (inexistente, salvo un "jardinero" consejero y figura mentora).

Los "fantasmas" de "Go Go Monster" que solo ve Yuki, son una alegoría de su frustración, su aislamiento, dudas, miedos, y su inestabilidad emocional. Así pues, estamos una vez mas ante una obra sobre personajes desarraigados y solitarios que no encajan en la sociedad, que buscan su lugar en el mundo y gracias a la amistad, ven un atisbo "de luz" en ese duro y oscuro camino que es la vida y el paso a la madurez.
La narración avanza a través de un año escolar, donde los personajes se adentran cada vez mas a la locura y desesperación, dando un giro surrealista (aun mas, si es posible dentro de la historia, y la obra de Matsumoto), psicodélico y desquiciado, donde los personajes y el lector pierden la conciencia de la realidad.

Para mi "Go Go Monster" también es la mejor obra de Matsumoto, en el apartado gráfico, y es que los fondos, escenarios, personajes, la cinética, las composición de viñetas,... todo, esta repleto de detalles con un muy buen acabado. Esto se debe en especial a la extraña manera en que se publicó el manga, a la europea, es decir, en un solo tomo (de casi 500 paginas) y directamente, sin pasar antes por una serialización en una revista manga, algo casi inaudito en el mundo editorial japones. Dos años tardó en crear la obra, sin prisas y total libertad (en dibujo e historia). Un dibujo que sigue su personal y enérgico estilo, pero mejor trabajado.



En estos momentos se esta publicando en España los seis tomos que conforman la serie "Sunny", la obra mas personal de Matsumoto, por tener reminiscencia autobiográficas. Una obra algo mas coral (dando voz, motivación y profundidad a cada personaje por igual) sobre unos niños que viven en una casa de acogida, algunos huérfanos, otros simplemente obligados a vivir lejos de sus familias. Jóvenes desarraigados solitarios, y marginados por la sociedad que se refugian de la realidad en un coche hecho una chatarra, un Sunny 1200, que se convierte en un protagonista mas dentro de la historia.

"Sunny" es el manga mas pausado (acercándose al slice of life), entrañable, poético y dramático de este inclasificable mangaka, por ser una obra muy emotiva e impactante al tocarle tan personalmente, al describir un momento transcendental y trágico en su vida, el momento de su infancia en que Matsumoto no creció con sus padres.
En esta obra Matsumoto se inspira en hechos reales y propios para crear un triste y duro retrato de una infancia de jóvenes solitarios, que tienen miedo de acercarse a otras personas porque no quieren ser de nuevo abandonados. Jóvenes muy humanos y reales, muy diferentes entre si, algunos "rabiosos", otros traumatizados o asustados,... pero todos ellos necesitados de amor y fraternidad, de afecto.  

La inocencia de los niños se contrapone con la dureza y de la realidad que viven, dando una historia muy onírica, cautivadora y amarga. Un relato que vuelve a tener temas y "tics" propios del autor, así como un sobresaliente apartado gráfico.

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