martes, 12 de enero de 2016

En una noche de melancolía de Fuminori Nakamura



Un joven que trabaja como vigilante en una prisión, lleva una existencia mediocre y apática. Marcado por el abandono de sus padres y por un intento de suicidio, desde niño ha estado obsesionado por un sueño en el que sostiene en brazos a una mujer muerta. A medida que se relaciona con los convictos comienza a cuestionarse su propio destino.¿Podría haber sido él mismo uno de ellos? ¿Cuáles son los motivos que conducen al crimen? ¿Habita en su interior un asesino? Con la llegada a la prisión de Yamai, un joven de 18 años condenado a muerte por asesinato, su mundo interior se desmorona. Sin embargo, sólo a través de Yamai encontrará la redención y se reconciliará con sus demonios. 

Unos años antes de publicar la premiada novela El Ladron, Fuminori Nakamura, el nuevo “chico de oro” de la novela negra japonesa, decidió escribir un libro que sirve como alegato contra la pena de muerte, así como critica al sistema judicial (y social) japones, y es que En una noche de melancolía no solo se plantea un debate sobre la pena de muerte, sino sobre la arbitrariedad de las penas, motivadas por la repercusión mediática del caso, de la “normas” y prejuicios sociales,... 

Este libro explora temas propios y característicos de la obra de Nakamura, heridas del pasado por cicatrizar, los abismos del ser humano más allá de la mera reflexión sobre el mal, la soledad y el vació aislamiento psicológico y social,, ...
Relatos pesimistas que nos muestran una visión oscura del mundo, y están protagonizados por personajes que viven en la periferia de la sociedad, en los que encontramos huérfanos, jóvenes que han sufrido abusos físicos, psicológicos y sexuales, delincuentes, suicidas, personas dañadas psicologicamente,… Una sociedad trágica y decadente, llena de claroscuros, como la japonesa, o eso afirma el propio autor.

En una noche de melancolía, narra la historia de un joven alienado que trabaja como funcionario de prisiones que vive acosado por sus traumas del pasado y que volverán a surgir con la llegada de un joven condenado a muerte. 
A diferencia de El Ladrón, en este libro, se ve un atisbo de esperanza por medio del director del orfanato donde creció nuestro protagonista, una influencia positiva y esperanzadora, una figura paternal y de "sensei". Gracias a la influencia de este que aun perdura, y la "nueva amistad" con el preso condenado a muerte, encontrará la redención y podrá vencer a sus demonios.

Con una escritura intima y poética, Nakamura, indaga en la emociones mas oscuras del ser humano, en la parte mas oscura del alma. 
Nuestro protagonista marcado por su pasado (por ser abandonado por sus padres, un intento de suicidio, un sueño de un asesinato que le carcome,... ) vive en su propia prisión psicológica, formada por su apática vida, su inestabilidad mental y sus heridas del pasado, aun por currar y superar. Mentalmente atormentado e inestable, lo que verdad teme es que sea un monstruo, un asesino, y al estar en contacto con los presos, toma conciencia de quien es el de verdad, y que podría ser como ellos.

Puntuación 8/10

No hay comentarios:

Publicar un comentario